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  • Writer's pictureJosé Miguel Flavián Erlac

Tesco: las malas prácticas le pueden salir muy caro.

Cuando hace un año y medio se destaparon las malas prácticas con los proveedores de Tesco, y los malos criterios contables al contabilizar estos pagos, se pusieron en marcha dos investigaciones: la del árbitro de la cadena (Groceries Code Adjudicator) que vela por las relaciones entre fabricantes y distribuidores, y la del Serious Fraud Office, sobre la información contable de la empresa.

Se acaba de hacer público el resultado de la investigación del árbitro de la cadena, y parece que en breve se hará la del SFO.

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Tesco ha emitido un comunicado en su web aceptando el veredicto de la investigación del Árbitro de la Cadena.


El Árbitro de la cadena concluye que Tesco ha infrigido el Código que determina las relaciones en la cadena alimentaria en tres cuestiones: hacer deducciones en los pagos a proveedores de forma unilateral, un plazo excesivo para pagar a proveedores, y en algunos casos incluso un retraso intencionado en los pagos para reportar beneficios mayores que los que debían.

El efecto que esto va a tener en Tesco es el tener que implantar las recomendaciones del árbitro en su sistema de trabajo para evitar que se repitan estas circunstancias. El Árbitro acaba de recibir poderes para imponer multas, pero no los tenía cuando se inició la investigación por lo que Tesco salva este caso sin tener que pagar. Además de esto, la investigación del Árbitro va a dar lugar a otra de la Comisión de la Competencia y Mercados (Competition and Markets Authority), sobre cuestiones relacionadas con pagos de proveedores a Tesco para asegurarse los mejores lugares en las tiendas, o asociados a ser el capitán de la categoría.

La infracción seria le puede caer a Tesco por el lado de la SFO. Hoy se hablaba que la multa que puede que Tesco tenga que hacer frente sea de unos £350 millones (un 1% de su facturación) y lo que puede ser más grave, verse obligado a devolver el dinero que recaudó de más de los proveedores.  Se estima que se les puede obligar a devolver unos £500 millones de los datos recogidos en la investigación.

Ya han tenido que afrontar una demanda de inversores, desde Estados Unidos. El asunto acabó en acuerdo amistoso, que le costó al retailer 12 millones de USD. Ahora se habla de otros inversores británicos que también se están planteando una demanda tras estos nuevos informes.

Cuando se conoció este escándalo, Tesco cesó a nueve de sus altos directivos, y en el transcurso del año que siguió se relevaron a la gran mayoría de miembros de su consejo de administración. Además de esta renovación de cargos, Tesco ha emprendido varias iniciativas para mejorar su imagen y la relación con los proveedores, simplificando las plantillas comerciales, mejorando la comunicación con proveedores, y siendo más ágil en la gestión de las incidencias.

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