Simon Roberts, CEO de Sainsbury’s.
Sainsbury’s, la segunda cadena del Reino Unido con una cuota de mercado del 15.7% (Kantar) presentó ayer sus resultados anuales, para el ejercicio 2021-22. Las cifras no parecen muy buenas, aunque considerando las circunstancias por las que estamos pasando, seguramente acaben en el grupo medio, detrás de los discounters y Tesco, una vez tengamos todos los resultados anuales.
Si primero repasamos las cifras veremos que lo más positivo del año es la cifra de beneficios: crecen un 25% para alcanzar los £760 millones. El negocio del consumo en el hogar se ha seguido beneficiando a lo largo del 2021 de una hostelería parcialmente cerrada, consumidores que pasan más tiempo en el hogar, y un menor coste de adopción de medidas “anti-Covid” (menos bajas, menos medidas de protección etc).
Las ventas totales han crecido un 3.3% hasta llegar a los £33.000 millones, impulsadas principalmente por las ventas de combustible en las gasolineras del grupo. Las ventas de gran consumo disminuyen en un 0.2% (ventas comparables) y las de las divisiones de non food lo hacen en un 11.9% (también en ventas comparables).
La venta online ha disminuido lógicamente, y pierden un 11% respecto al año anterior, y el número de pedidos es un 50% superior al alcanzado en el 2019. Durante el segundo semestre, las ventas online representaron un 16% de las ventas, y en el mismo periodo del año anterior alcanzaron el 19%. Este ajuste es parte de lo esperado, dado que los clientes van más a las tiendas, y gozan de una mayor libertad de movimientos. La vuelta a las oficinas ha ayudado a que el negocio del convenience haya casi alcanzado el nivel del 2019, creciendo este año un 9%. Todavía las tiendas que hay en los centros de oficinas de las ciudades están en casi un 30% menos del nivel pre pandemia. Es en este espacio de proximidad y convenience donde han abierto tiendas este año: 4 nuevos supermercados y 19 tiendas Sainsbury’s Local.
La previsión para este año es algo incierta, y avanzan que los beneficios van a ser menores en el orden de unos £100 millones.
Justifican el descenso en las ventas por la inversión en precio que están realizando:
Aldi Price Match: la iniciativa de igualar el precio de referencias básicas con Aldi
Price Lock: la congelación de precios de unas 2.000 referencias en cada periodo de 8 semanas
Nectar Prices, que son los precios personalizados para los miembros de su club de fidelización.
Ellos, dicen, han aumentado el precio menos que la competencia, y eso les ha permitido mantener las ventas alineadas en volumen con el crecimiento del mercado (un 4.4% desde el 2019 para el mercado, y para ellos un 4.3%, según Nielsen). Están invirtiendo todo el dinero que ahorran en su programa de reducción de costes en absorber los aumentos de precio que se están produciendo.
Intentan dar motivos a sus clientes para que compren más productos premium de su MDD. Para ello siguen con la renovación de sus gamas de MDD, y utilizan los eventos para canalizar más ventas. Las de las Navidades y Semana Santa han crecido un 15% en dos años, y este año esperan también aprovechar muy bien los eventos del verano, la previa que supone las celebraciones de los 75 años de la coronación de Isabel II y la Copa del Mundo de Fútbol que llega en noviembre.
Este año van a extender a más tiendas sus nuevas secciones de frutería (aseguran que es la sección que tiene una mayor cuota de mercado dentro de su negocio), de panadería y de alimentos exóticos, para ofrecer una experiencia de compra más moderna y adaptada a sus clientes.
Las menciones al plan de sostenibilidad han sido mínimas. Fueron los principales patrocinadores de La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 (COP26) que se celebró en Glasgow. Dicen seguir avanzando a buen ritmo en la reducción de emisiones del negocio, y en la reducción del desperdicio alimentario (destinan al año 25.000 toneladas de alimentos a digestión anaerobia, y su objetivo es destinar 15.000 toneladas en el año 2030). Pero no tanto en la reducción de emisiones de los proveedores, y en mejorar la oferta de alimentos para ayudar a sus clientes a tener dietas más saludables (el 79.6% de los kilos de alimentos que venden cumplen con la definición de UK de alimento saludable, y su objetivo es alcanzar el 83.1% en el 2030)..
Otra nota más que refleja la dificultad actual del mercado. La inflación que deben afrontar los hogares les obliga a replantearse sus gastos, y la cuenta de alimentación es una sobre la que es más fácil actuar. Crecen los discounters, del top 4 sufren Asda y Morrisons (los que anunciaron a principios de semana una ola de bajadas de precios) y la evolución es muy incierta.
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