Ayer el tercer distribuidor del país presentaba sus resultados anuales, sin demasiadas sorpresas. La cadena ha alcanzado este año unas ventas de £25.800 millones, y han reducido los beneficios en un 14%. Pierden ventas (-1.1% en ventas totales, y -0.9% en ventas comparables), siguen sufriendo el impacto de la guerra de precios, y el non-food es el negocio que les da más alegrías.
La comunicación de valores es un elemento muy importante de la estrategia de Sainsbury’s.
Crecen en online, y también en el canal convenience en un 9%. El negocio textil crece un 8,5% y el non food en un 3,5%.
Para este año van a continuar implantando su estrategia de siempre precios bajos, aplicando ya su promesa de reducir el número de promociones hasta eliminar algunas de ellas (las de multicompra, por ejemplo), invirtiendo en bajar precios el dinero que se van a ahorrar cancelando su garantía de Brand Match, y más renovación de su MDD para mejorar en calidad y así seguir reforzando su punto diferencial.
El CEO de la cadena augura otro año duro para los supermercados, que dice, no están sabiendo capturar los ingresos extra que reciben los consumidores, y que van a gastarse en vacaciones y en restauración. Compran más en gran consumo, pero la guerra de precios impide por ahora que este mayor volumen se refleje en un crecimiento de las ventas. Por ello, la lucha es entre las propias cadenas, que no son capaces de hacer crecer el mercado y tienen que pelear por una tarta cada vez más pequeña, y que devoran a mayor velocidad los discounters alemanes. Y además, los signos de ralentización económica que se empiezan a atisbar le permiten anticipar que la situación seguirá complicada muchos meses más (aunque también piensa que la guerra de precios está perdiendo fuelle, aunque en los últimos meses haya alcanzado casi el -3% interanual, según The Grocer).
Entre los nuevos proyectos, han explicado un poco más que van a hacer con las tiendas de Argos, el retailer que han comprado hace unos meses. Les va a ayudar en la gestión de la multicanalidad, y del espacio que les sobra en las tiendas. Como ya han hecho antes de la compra, implantarán pequeñas tiendas de Argos en los grandes supermercados, y que esperan atraigan a más clientes. Muchas de las tiendas que tiene Argos en la actualidad acaban contrato de arrendamiento en los próximos años, y seguramente cerrarán un buen número de ellas, para centrarse en la venta del catálogo por internet.
Su propuesta se basa en la calidad y los precios razonables, y lo comunican muy bien a los clientes. Les ayudó durante la crisis, y ahora, tras atravesar un bache, mantienen cuota de mercado, y esperan recuperar el crecimiento pronto.
Comments