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  • Writer's pictureJosé Miguel Flavián Erlac

Enero: mal mes para empezar a comer carne.

Una tras otra, no paro de leer noticias negativas para la carne en medios de comunicación generalistas, y muy pocas positivas.

Entre las (relativamente) positivas, el consumo de carne fresca en UK ha disfrutado de un cierto crecimiento en el último año. Un 3,3% en volumen según los últimos datos de Kantar, pero el valor está estancado. Parece claro que los consumidores compran más carne porque los precios están bajando. Estamos en el punto de inflexión, y a partir de ahora los precios van a ir subiendo paulatinamente. Veremos cómo se refleja esto en el consumo de la carne.

Hemos acabado las navidades comiendo pavos y longanizas a más no poder, y el mes enero, como he comentado en algún otro post, es verde (también se habla del Dry January, en que se anima a los británicos a no beber ni gota de alcohol durante todo el mes de enero, pero apenas tiene eco en las tiendas). En los típicos buenos propósitos de año nuevo dominan los de cuidarse y esto se ha venido trasladando en las tiendas en una avalancha de productos saludables y cartelería al respecto. La novedad de los últimos años es como han ido ganando en importancia los productos sustitutivos de la carne (Quorn etc) y desde hace uno o dos años, los productos vegetarianos (que no necesariamente imitan productos cárnicos). El Clean Eating estará siendo muy criticado estos días por sus cuestionables bases científicas, pero en los consumidores cala, y demandan productos vegetarianos. Ya les mostré el relanzamiento de la gama de platos preparados vegetarianos en Marks & Spencer, o el famoso “Mushotto“, el risotto sin arroz, de Waitrose.

Y hoy justo, otra noticia en contra de la carne. Sainsbury’s y la Universidad de Oxford se alían para hacer un experimento de una cierta envergadura con un fin loable: se trata de rediseñar los supermercados con el objetivo de mejorar la salud de los consumidores en un mundo que está sufriendo un profundo cambio climático. Pero, una de las claves para alcanzar esto, según los impulsores del estudio, va a ser que la gente compre y consuma menos carne!

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Ensaladas inspiradoras en Sainsbury’s.


El proyecto se va a desarrollar en un grupo de supermercados de la cadena Sainsbury’s de todos los canales: los de convenience, supermercados, hipermercados y tienda online. Y entre las ideas que quieren probar están el ofrecer consejos prácticos/recetas para sustituir la carne de los menús, dar más puntos de fidelización por la compra de productos vegetales (frutas y hortalizas, claro, pero también platos preparados sin carne), y finalmente, poner dentro de la sección de carne productos alternativos, para que el comprador tenga enfrente los dos productos y no le cueste cambiar por una cuestión de tener que ir a buscarlos en otro pasillo.

La campaña además tendrá una parte importante de divulgación, en la que los científicos implicados en el experimento prepararán material de comunicación sobre el efecto de la carne en la salud humana y en el medio ambiente. Presumo que no hablarán muy bien de la carne, y espero que el sector tenga algo que decir en defensa del producto porque también la carne tiene un papel fundamental en nuestra dieta. Está bien comer menos, pero no sé si atribuirle tantos males lo es.

Se ve claramente que la tendencia en nuestros mercados maduros es hacia un cierto estancamiento en el consumo de carne, que como vemos sólo crece por bajadas serias de precios, o cuando crece la población. Pero también tengo la impresión que los productos “vegetales” ocupan más espacio mediático que el que les corresponde por su peso en la cesta de la compra, y que la dieta en general de mis compañeros de fatigas en esta isla tiene más chocolatinas que aguacates y arándanos, a pesar de la moda. Esperemos que cambie poco a poco, más frutas y verduras, y carne de más calidad.

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