(Alimentación y Coronavirus en UK – XXIII)
Hoy me he pasado por primera vez el mes de marzo por un restaurante de Pret a Manger. Empezaron a reabrirlos a mediados de mayo, y siguen ofreciendo únicamente comida para llevar, no puedes sentarte en el restaurante y comer (hasta julio el gobierno no va a permitir a la hostelería reabrir).
La tienda naturalmente despliega todas las artes de separación que tenemos vistas en la mayoría de supermercados: persona en la puerta para controlar el flujo de clientes, mil carteles, marcas en el suelo, y pantallas de perspex.
Pret es un negocio de unos 450 restaurantes, y facturó el 2019 £710 millones. Las tiendas de Pret suelen estar en lugares de mucho tráfico (estaciones, arterias comerciales) o con muchas oficinas, y naturalmente destinadas para personas pobres en tiempo, que buscan una solución rápida para comer. El medio plazo post covid parece indicar que ni va a haber tráfico, ni mucha gente va a volver a las oficinas, y que un buen número de personas tienen más tiempo para cocinar. Va a ser un reto para marcas como Pret volver a atraer a clientes a sus tiendas y seguramente estarán pensado mucho en sus modelos de negocio, como muestra la evolución de Leon, por ejemplo.
Uno de sus intentos es mejorar su servicio online, con una mayor oferta de compra online y recoger en tienda, los acuerdos con las empresas de delivery habituales, y otro es de modificar la oferta. Ya se ven en tiendas productos que puedes comprar para calentar en casa, como si fuera un supermercado. Seguramente, van a querer capitalizar la marca Pret a Manger, que es bastante reconocida por lo menos por las personas que viven en las ciudades, y pronto veremos sus platos y ensaladas en supermercados, como vemos los de Crussh y Wasabi en Sainsbury’s. Aunque uno de los puntos diferenciales de Pret es que preparan la comida cada día en los restaurantes, es fresca del día, y esto es difícil de replicar en los supermercados.
Comida de restaurante para comer en casa. ¿Les suena?
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