Ya sé que alguno de Uds me hará broma con el titular. Me parecía interesante escribir aquí sobre una nota que publicó Nielsen hace unos días, y lo que puedo ver en los supermercados de este país.
La expansión más que evidente de un nuevo modelo de alimentación se ve reflejada no sólo en algunas cadenas pioneras en esto, como Whole Foods Market y Planet Organic, si no también en cómo van ampliándose las secciones del “Free From” en los supemercados ingleses, desde los más baratos a los más caros (con el término “free from” aquí se designan a los alimentos sin gluten, lactosa, y otros alérgenos). Y hay números para apoyar estas percepciones. Según Kantar, la categoría había crecido un 27% en valor y casi un 20% en volumen (frente a unos números tristísimos que no quiero ni recordarles para el total del gran consumo). Algunos supermercados se han tomado muy en serio esta categoría, sobretodo los que están más en el lado de la calidad y el premium (por ejemplo, Waitrose tiene una cuota del 10% de esta categoría, frente a casi el 5% del total de gran consumo, aunque no es algo exclusivo en ellos), y la impulsan, con muchos productos de marca de fabricante, pero también con muy buenas propuestas de MDD. La misma sección de frescos y la de congelados ha ganado una nueva categoría, que son los productos sin carne, preparados a partir de micoproteínas o proteínas de legumbres.
Y estos productos han alcanzado un halo de salud. Según una encuesta para The Grocer, el 13% de los encuestados declaraban tener una intolarancia, pero casi una tercera parte declaraban comprar este tipo de productos porque son considerados mejores para la salud! Y ahora Nielsen publica un informe profundizando en esto.
En este informe hablan de un 40% de consumidores que evitan consumir ciertos ingredientes, revelando unos importantes condicionantes en lo que compran.
Los principales no tienen relación con estar a dieta, pero sí con el deseo de una alimentación más saludable. El 45% quieren evitar comprar productos con aditivos artificiales y edulcorantes, y un 42% con azúcar añadido. Cuestiones relacionadas con la fabricación y envasado de alimentos también tienen mucha importancia, como evitar productos con OGM (41%), envases que utilicen BPA (40%), productos críados con antibióticos/hormonas de crecimiento (45%) grasas saturadas (37%) y sodio (35%). Las alergias aparecen en noveno lugar, con un 16% que evitan el gluten.
El informe también valora las preferencias de los hogares que tienen al menos un miembro alérgico a algún alimento. Del 20% de hogares que cumplen este precepto, un 30% evitan consumir gluten, 43% cereales, 38% huevos y 36% lactosa o lácteos.
No siempre se toman estas medidas por tener una intolerancia o alergia. Como decía antes, muchos de estos productos tienen un halo de salud, y como los consumidores están más preocupados por su salud, los compran. Quieren tomar medidas para evitar sufrir en el futuro de diabetes, tener un alto índice de colesterol, o ser obesos. En el informe de Nielsen también destacan el poder de internet, como fuente de información al alcance de casi cualquier consumidor, y que les ayuda a tomar decisiones.
Las demandas van cambiando, y la oferta debe ir adaptándose. Lo estamos viendo aquí, como van perdiendo ventas productos asociados a alto contenido en sal (sopas enlatadas) y azúcares (zumos) frente a opciones que se entienden más saludables, como productos refrigerados. Y este tipo de productos, “free from”, pronto van a alcanzar unas ventas de £1.000 millones anuales, una cifra nada desdeñable.
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