A raíz de la notificación que hizo Tesco hace unas semanas del desvío en la previsión de beneficios, la Financial Conduct Authority anunció que iba a investigar las cuentas del retailer para detectar malas prácticas financieras. A partir de estas noticias, varios proveedores airearon sus malas relaciones con Tesco y el comportamiento de algunos de sus compradores.
La semana pasada Tesco confirmaba que el desfase contable era de £263 millones y la mala contabilidad se extendía no sólo a este año, si no que a los dos anteriores. Éste era el resultado de la auditoría encargada a Deloitte y Freshfields sobre las cuentas de los últimos años.
Hoy se han producido un par de novedades. La primera es el anuncio de varios fabricantes de gran consumo, proveedores de Tesco, que han decidido revisar también sus cuentas con Tesco, para detectar irregularidades. Y la más seria, el anuncio del organismo independiente Serious Fraud Office de su voluntad de investigar con mayor profundidad las prácticas contables de Tesco en busca de fraudes. La FCA es un órgano que vela por la integridad de la profesión contable, pero la Serious Fraud Office es una agencia gubernamental encargada de investigar la corrupción y delitos económicos sofisticados (por ejemplo ha liderado la investigación en UK contra los bancos por el asunto del LIBOR), por lo que el problema de Tesco es ahora mucho mayor, y de forma preocupante, ahondando en su descrédito y derivando recursos de su principal problema: el consumidor les da la espalda.
Comments