Así es el titular del Daily Mail esta mañana, que recoge el comunicado de Mars sobre sus nuevas iniciativas de comunicación en cuestión de salud.
Sin duda es la medida más llamativa dentro de un plan global que pretende mejorar la posición del fabricante y sus marcas como aliados en cuestiones de salud y nutrición de sus consumidores.
Han decidido dividir los productos que fabrican en dos categorías, las de aptos para el consumo diario y las de consumo semanal recomendado, y así se expresará en las etiquetas de los alimentos. Los productos que se recomienda se consuman una vez a la semana son los de mayores índices de contenido en grasa, sal y azúcar de las distintas gamas, aunque mirando el etiquetado nutricional de los mismos, apenas hay semáforos rojos. Mars dice que no va a reformular estos productos para mantenerse fiel al sabor tradicional de los mismos, y que suponen el 5% de las referencias de su catálogo.
Además de esto, tienen previsto mejorar el perfil nutricional de muchos de sus otros productos, incluyendo más verduras en las salsas, poniendo más ingredientes integrales (arroz, cereales, etc) o legumbres en otros, y en los que sea posible, reformularlos para que se mantengan idénticos pero con menos contenido en grasa, sal o azúcar. O también, reduciendo la cantidad de producto por envase, para así reducir la unidad de consumo.
Mars es fabricante de varias marcas habituales en la cesta de la compra de los británicos, desde chocolate, alimentos para mascotas, hasta platos preparados y distintos tipos de salsas. Son dos marcas del convenience las que se ven afectadas en principio por este cambio en el etiquetado: Dolmio (salsas y platos italianos) y Uncle Ben’s (platos basados en arroz y legumbres), con varias referencias de estas dos marcas que llevarán a partir de ahora la advertencia de consumir una vez por semana.
Cada vez son mayores los gestos de este tipo, aunque este parece el más extremo. No hay que olvidar que estamos en un entorno que cada vez penaliza más el azúcar contenido en los alimentos, y los consumidores están cada vez más sensibilizados sobre esta cuestión. En breve entra en vigor la ley británica que impone una tasa a las bebidas azucaradas, la mayoría de fabricantes están presentando versiones con menos azúcares de muchos de sus productos, e incluso Tesco ha tenido en cuenta el contenido en azúcar a la hora de dar de baja varias referencias de sus lineales.
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