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  • Writer's pictureJosé Miguel Flavián Erlac

Covid-19 y Brexit: otra tormenta perfecta para el sector hortofrutícola.

Éste es mi nota número 28 sobre sobre los efectos del Brexit en el sector alimentario británico. Pueden consultar la serie completa aquí.

Como bien saben, en materia de frutas y hortalizas el Reino Unido es un destacado importador: el 42% de las hortalizas que consumimos, y el 85% de las frutas vienen de otros países. España es el líder en ambos grupos, copados en el Top 5 por otros países europeos en el caso de verduras, y con presencia de Suráfrica, Chile y Costa Rica en el de las frutas.

El Brexit va a alterar la forma de trabajar del sector importador, con la previsión de suponer un incremento de los precios que pagan los consumidores, pero ya con la crisis que ha traído el Covid-19 el comercio internacional ya ha empezado a sufrir dificultades.

El Covid-19 ha afectado al transporte aéreo de frutas y hortalizas, que utilizaba el espacio de carga de las líneas regulares de pasajeros, y que en muchos casos han dejado de operar. El sector ha tenido que utilizar medios alternativos, según The Grocer, como aviones de pasajeros vacíos, o aviones de carga, que suponen un mayor coste. En mayo, los sobrecostes eran del 50%, y ahora se han estabilizado al 25%. Usar aviones de pasajeros vacíos comporta también otra etapa de transporte por carretera desde el país europeo que los acepta hasta el Reino Unido.

Sección de Frutas y Hortalizas en un Supermercado de Morrisons.

Y mientras la operativa de las empresas se va adaptando a la situación actual, nos quedan apenas cuatro meses para la consecución del Brexit, con la duda permanente de si se llegará a algún tipo de acuerdo con la Unión Europea. Algunos países han acordado con UK mantener el mismo acuerdo comercial que rige su relación con la Unión Europea, a pesar de haber cambiado el poder negociador que tiene el Reino Unido fuera de la Unión Europea. Sin duda para algunos países puede ser una oportunidad para acceder a un mercado como el británico que verá como el proveerse en Europa ya no va a ser tan fácil y sin fricciones como mientras estaba dentro del mercado único.

La Comisión Parlamentaria que vigila los asuntos medioambientales y de alimentación ha emitido un análisis del comportamiento del gobierno durante la crisis del Covid-19 con respecto al sector alimentario, y condena la actuación del gobierno que siempre ha ido por detrás de los acontecimientos, mientras que las empresas sí que asumieron sus responsabilidades liderando a sus trabajadores para servir al público. La comisión reconoce estar preocupada ante el nivel de preparación del gobierno frente al Brexit, que puede suponer una crisis de mayor escala si no es capaz de anticiparse a las necesidades y poner soluciones y mecanismos de actuación claros.

Los importadores están trabajando para buscar alternativas a su forma de operar actual que les permitan salvar las barreras que esperan tener entre el Brexit y futuros brotes del Covid-19. The Grocer da varios ejemplos, como la empresa de logística PML, que va a empezar a utilizar charters aereos para complementar su servicio ante la falta de aviones de pasajeros, o algunas empresas irlandesas que se establecen en Francia para conectar Europa con Irlanda y no tener que pasar por el Reino Unido.

Las empresas también han estudiado alternativas a la frontera entre Dover y Calais, la más utilizada para las importaciones que vienen de Europa. A partir de enero se restablecerá el punto fronterizo como era antes del mercado único, y en cualquier momento pueden empezar las inspecciones y los controles, con el tiempo que esto va a suponer de más respecto a la situación actual. Se están abriendo nuevas rutas marítimas que absorban parte del flujo de camiones que existen, y que permitan hacer los despachos en otros lugares del país, descongestionando el paso entre Dover y Calais.

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