La tercera cadena del país publicó la semana pasada los datos de ventas de su segundo trimestre del año fiscal, que va del 1 de Abril al 30 de Junio. El cambio de dueños y dejar de pertenecer a Walmart ha supuesto una mayor transparencia y la publicación más rápida de los resultados del negocio.
En general, son datos positivos, a pesar de lo complicado que es el mercado y la competencia tan dura que está suponiendo la actividad de Aldi y Lidl por el lado del discount, y Sainsbury’s y Tesco por el lado de los supermercados generalistas. Durante el segundo trimestre han alcanzado unas ventas de £5.400 millones, un incremento en ventas comparables del 1.8% respecto al trimestre anterior y de un 9.6% respecto al mismo trimestre del 2022.
Según ellos, la estrella del trimestre ha sido la gama de productos esenciales de primer precio. En continua renovación para hacerla más relevante a los consumidores actuales, ha vendido un 87% más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que las ventas de MDD han crecido casi un 15%.
Mientras tanto, continúan poniendo el foco en la congelación o reducción de precios para ayudar a sus clientes a gestionar la crisis del coste de la vida por la que estamos pasando. Han reducido un 9% el precio de una serie de productos de MDD habitualmente en la cesta de la compra de sus clientes.
Las ventas en el canal online les mantienen como segundo agente en ese canal detrás de Tesco, con unos 800,000 pedidos semanales. Y las ventas de no alimentación también se han comportado de forma algo más positiva que la tónica del mercado (los consumidores están reduciendo a marchas forzadas cualquier gasto no imprescindible) y han crecido un 6.3% y las de textil un 2.8%.
La pelea del negocio que no se aprecia tanto es con la deuda que han contraído y con los intereses que tienen que pagar. Los dueños, los hermanos Issa, son famosos por sus operaciones financieras de compras de negocios a base de generar deuda. Este año está previsto que paguen unos £400 millones de intereses para una deuda del grupo entero de £7.400 millones. Las ventas anuales de Asda son de £20.500 millones. Es por eso que tratan de buscar operaciones que les ayuden a generar recursos con los que pagar la deuda. A lo largo de este año han vendido tiendas por valor de £1.000 millones, y esto no afecta a su operativa porque en el acuerdo de venta incluyen un acuerdo de arrendamiento a largo plazo.
Seguramente el próximo trimestre Asda repetirá con esta tónica positiva en el ámbito de la operativa del negocio: mejoras en su propuesta de valor que se verán reflejadas en las ventas, la mayor integración entre el negocio de gasolineras y de gran consumo que les reporta una mayor economía de escala, y también la integración de las 119 tiendas que le han comprado a The Coop, que les da una buena presencia en el negocio convenience, una de sus carencias.
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